Hace unos meses tuve la oportunidad de visitar la ciudad de Dubai en los Emiratos Árabes Unidos dentro de la región popularmente conocida como La Media Luna Fértil. Fue la primera vez en años que me sentía nervioso frente a la posibilidad de viajar. Mi inquietud no tenía nada que ver con el viaje en avión ni con la presentación de negocio que tenía pendiente. Mi preocupación era simplemente el miedo a lo desconocido, a la distancia física y cultural—y a la singularidad de un destino totalmente ajeno a mi experiencia vivida. Me sentía completamente fuera de mi medio ambiente, mi capullo, mi pequeño universo.
A veces, para nosotros los puertorriqueños, aventurar fuera de nuestra zona de confort no nos es fácil. Sin embargo la realidad económica que hemos vivido en los últimos años nos ha obligado a salir de nuestro caparazón, a atrevernos a ser más aventureros, más creativos y exploradores—a cruzar nuevas fronteras y buscar nuevas alternativas de desarrollo empresarial.
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